Creativo, creador e innovador

La vida de Steve Jobs es un best seller en los Estados Unidos; el libro escrito por Walter Isaacson ha alcanzado los 349 mil ejemplares vendidos, según reportó Nielsen. No es un dato sorprendente tomando en cuenta el legado que dejó el co-fundador de Apple, un hombre que cambió literalmente la forma en que hoy llevamos nuestras vidas. No obstante la respuesta del público hacia la obra deja bastantes interrogantes sobre las cuales valdría la pena reflexionar.

Jobs murió el 5 de octubre de este año al perder una larga batalla contra el cáncer de páncreas. Su biografía fue sacada a la venta el día 24 del mismo mes más bajo el sello de Random House Mondadori.

En el libro se muestra a un genio apasionado de la tecnología. Los criticos han coincidido en que Isaacson inmortaliza a un Jobs romántico, sensible y obsesionado con la belleza, al tiempo que exigente y consciente de su poder.

Independientemente de esto la pregunta que surge es ¿Qué hace tan interesante la vida Jobs? Puede sonar absurda si se le ve desde una perspectiva de que el personaje marcó una era, pero cobra sentido cuando analizamos cada pasaje de la vida del genio de Apple.

La vida de Jobs representa un sueño hecho realidad y es una inspiración para las masas. Steve Jobs fue un creativo. Supo explotar su creatividad para lograr creaciones que cambiaron a la humanidad, pero sobre todo fue un innovador. Siendo esta quizá, una de sus mayores virtudes.

Se habla constantemente de creatividad, de que es la generación de ideas o conceptos, de la asociación de estos elementos para crear soluciones originales a problemas. La creatividad es algo que todos tenemos, pero muy pocos son los que tienen la oportunidad de, mediante ésta ser inmortalizados por haber revolucionado el mundo.

Jobs lo logró. No se detuvo. Es un ejemplo de decisión y constancia ante los obstaculos; lo dijo alguna vez en su legendario discurso en Stanford: la universidad se le hacia inútil, no le encontraba propósito alguno no sabía a donde se dirigía su vida y el estudio no le ayudaba más que a gastar los ahorros que sus padres con miles de esfuerzos habían conseguido en toda una vida.

Decidio dejar las clases obligatorias y sólo entrar a las que le interesaban. No tenía habitación, dormía en el suelo de las habitaciones de sus compañeros, comer era una odisea diaria a la que se tenía que enfrentar. Sin embargo los obstaculos son elementales, traen el frecaso y el éxito, crean los elementos que escriben una historia.

Jobs hablaba de "unir los puntos". En una de esas clases interesantes a las que asistía se encontró con un curso de caligrafía (curiosamente en su universidad que era cara y de mucho prestigio se ofrecia una de las mejores formaciones en este rango), ahí aprendió algo que aparentemente no tenía utilidad práctica en sus vida y que al tiempo terminaría siendo la base para crear el primer ordenador con tipografías bellas.

"Si nunca me hubiera dejado caer por aquel curso concreto en la universidad, el Mac jamás habría tenido múltiples tipografías, ni caracteres con espaciado proporcional; y como Windows no hizo más que copiar el Mac, es probable que jamás ningun ordenador las tuviera ahora. Si no lo hubiera dejado, no habría entrado a esa clase de caligrafía y los ordenadores no tuvieran la maravillosa caligrafía que ahora poseen. Por supuesto, era imposible unir los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en clase, pero fue muy, muy, muy claro mirando hacia atrás diez años más tarde. No se puede unir los puntos hacia adelante, sólo se puede hacerlo hacia atrás".

Es inspirador. Un hombre que confío en sus intuición inconscientemente y que se encontraba en un limbo existencial, se convertiría en todo un revolucionario al unir los puntos que una vida llena de obstaculos y dudas le plantearon.

A sabiendas de lo que quería hacer de su vida, enamorado de la tecnología, Jobs buscó explotar todo el talento que poseía en su mente. ¿Cómo lo hizo? Se juntó con un amigo y creó una empresa en la cochera de sus padres. Así nació Apple.

Gran ejemplo de que hay que materializar los sueños. Creó una empresa de la cual surgen cualquier cantidad de creaciones: Iphone, Ipod y Ipad, etc. Más interesantes aún son las innovaciones de Jobs, todos los años mostraba una notable mejoría en sus productos y lo más importantes es que cautivaba a los compradores... no sólo era un genio creando, sino vendiendo.

Esto nos inspira. Quizá sea porque todos queremos de alguna forma queremos ser un Steve Jobs, dejar lo que no nos interesa y enfocar toda nuestra creatividad en aquello que amamos, sin perder en tiempo en eso que nos obliga el sistema, ¿quién no quisiera un día unir los puntos y crear algo revolucionario? ¿Cuántos realmente logran materializar sus ideas? Se trata de una historia de vida motivadora que adopta los principios más básicos y complejos de la existencia. Imagina, crea y construye. Jobs lo hizo y ahora descansa en paz.

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